Rebasado el ecuador del mes de enero, se abren nuevos escenarios para "Escenarios". ¡Parece haber pasado tanto tiempo desde aquel 13 de octubre en que se escucharon sus poemas en la hospitalaria capilla del Palacio de la Isla de Cáceres, en una velada que dejó tantas buenas sensaciones! Pero la aventura poética no había hecho más que comenzar y en unas pocas semanas "Escenarios" se reencontrará con los ambientes y las calles que inspiraron muchos de sus versos, en aquel Madrid evocado de interminables itinerarios y babelianas claves. Ilusionante, pero a la vez generadora de inquietud es la cita que me aguarda el seis de febrero, en el Rincón de D. Antonio del emblemático Café Comercial, en la Glorieta de Bilbao, de Madrid, un lugar cuyo bagaje literario me eriza el vello y donde espero que "Escenarios" cumpla ese rito de bautismo de fuego que supone la presentación de una obra como ésta fuera de los siempre apretados límites de la cotidianidad. En todo caso, la tranquilidad de contar con dos escuderos de lujo (Diego Doncel y Pablo Méndez), también amigos, alivia los pesares del temor y la caricia que da el sentirse inseguro en un territorio nunca antes hollado.
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