¡Cómo ha cambiado todo en apenas unos meses! Estos días se cumple un año desde aquella escapada a Madrid para presentar mi libro "La complicidad de los amantes", el 9 de septiembre de 2019, en el Café Comercial. Nos juntamos allí un buen grupo de amigos y personas vinculadas a la literatura con la excusa de compartir mis poemas, que había publicado la editorial Takara apenas unos cuantos meses antes. La distancia y los avatares de este tiempo lleno de turbulencias que nos trajo el cambio de dígito del calendario terminaron por ahondar más esa brecha de la separación física. Despedíamos "La complicidad de los amantes", un frío día de enero, en la ciudad de Badajoz, ofreciendo de nuevo un recital poético-musical con la participación de los artistas José Luis Porras y Ana Peromingo. Luego vendría una primavera cargada de silencios y de ausencias, un túnel del que nos está costando salir. Recuerda uno aquel Madrid de la vieja normalidad, con su Rastro, sus cafés literarios, sus ahora vedadas aglomeraciones, como las del Retiro, durante la Feria del Libro, recientemente suspendida. Apenas si he vuelto a hablar o tener contacto con quienes asistieron a aquella presentación de septiembre de 2019. Aún recuerdo la estupenda introducción a cargo de Francisco Castañón y la gentil hospitalidad de Rafael Soler, el cariño de todos los que estuvisteis en el Café Comercial y con los que compartimos horas de tertulia y amistad después de la lectura. Escritores e ilustradores, cercanos todos. Espero repetir cuando se publique "Las erratas de la existencia", mi nuevo poemario. Ojalá que las cosas hayan vuelto a cambiar, para regresar a ese tiempo en que los abrazos estaban permitidos.
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