El próximo miércoles, 27 de abril, a partir de las 19:45 horas, se presentará en la Feria del Libro de Cáceres el poemario "El tacto de lo efímero", publicado por Ediciones Vitruvio en su Colección "Baños del Carmen", con el número 565. Estaré acompañado por la profesora y escritora Emilia Oliva. Aprovechando el evento de la presentación de esta obra, recojo a continuación varias impresiones que me han transmitido quienes ya la han leído.
Por fin he podido leer y releer
tu estupendo libro. No leí en su momento la primera versión que mencionas en la
nota final y no puedo, por tanto, valorar los cambios. Lo que sí puedo decirte
es que este libro de ahora tiene mucha calidad. Logras captar eso tan difícil
que es el paso del tiempo, un tiempo que, como tú expresas, no pide permiso.
Creo que está muy bien estructurado y todos los poemas mantienen un gran nivel.
Bueno, el inicio, con "Frente al espejo" (uno de los poemas que más
me han gustado) y "Territorio virgen", capta totalmente la atención.
Por mencionarte algunos textos, me han gustado especialmente "A mi
padre" (preciosa la imagen de la ofrenda del crepúsculo despeinada entre
los párpados), "En tierra de nadie", "Despedidas", "El
becerro de oro", la parte "Intrahistoria" y el poema final,
"Reencuentros", con la imagen de los trozos de barro uniéndose que
cierra maravillosamente el poemario.
Irene Sánchez
Carrón
Me parece de una
calidad y una exigencia fuera de lo común. La exactitud de tu palabra y tu
exquisito manejo del lenguaje no son gratuitos, están al servicio de un
pensamiento poético de profundo calado en el que se recogen, junto al
sentimiento elegiaco (el temor a la pérdida de lo que se ama), una actitud
ética ante la vida, una toma de posición frente a las injurias de la historia y
el desmoronamiento de los valores. La infancia y el entorno familiar, se
convierten en asideros sobre los que proyectar un futuro que siempre deviene
incierto. El amor, tratado en tus poemas con delicadeza y elegancia, acompaña
tus pasos por ese territorio de lo efímero que constituye nuestra experiencia
de la vida e ilumina un trayecto lleno de incertidumbres y amenazas. Poesía, como tú dices,
para aferrarse a las personas y a los sentimientos que nos justifican. Palabras
que encontramos con los palos de ciegos con lo que nos aventuramos a lo
desconocido. Palabras que, al escogerlas entre todas las palabras posibles, nos
articulan y nos definen porque esa y no otra es la misión de la poesía. Cada
poeta tiene una forma de mirar, es verdad, pero no todos miran, como tú, desde
la dignidad, el respeto y la humildad.
Basilio
Sánchez
Lo he hojeado, pellizcado,
comparado con el tacto anterior, y desde luego qué interesante es ver
cómo un poeta de vocación evoluciona. Tienes, como debe ser, las mismas
obsesiones, las mismas inquietudes, los mismos objetivos. Pero ha cambiado la
mirada. No es que se haya serenado ni madurado, que son cosas como de viejos,
sino que tu mirada se ha vuelto diferente: los libros que hay por medio son los
que la han cambiado, los que la han perfilado. Este libro es, en verdad, nuevo. ¡Qué alegría reencontrar los versos de los
amigos!
Luis Sáez Delgado
Excepcional
poeta, editor y amigo al que debo la edición de mis dos primeros libros, me
hace llegar “El tacto de lo efímero”. Versión revisada de la edición de 2004
que ahora edita Vitruvio. Enhorabuena por este trabajo que regresa con fuerza.
Nicolás Corraliza
REENCUENTROS
Por encima de las
gaviotas,
de la maltrecha
anatomía de las mareas,
nos enroscamos
ahora
sin guardar respeto a los volcanes,
desvalijada la
edad en que fuimos cómplices
del mismo idioma,
aún
digerible,
de la vida.
Es hora de que
hablemos ese lenguaje
que solo a
nosotros nos pertenece.
Estrechémonos,
como trozos de
barro
en un único alfar.
Ese texto cierra El
tacto de lo efímero, la nueva versión de un libro que Jesús María Gómez
publicó en 2004 en la colección Alcazaba de la Diputación de
Badajoz y que acaba de reeditar en Vitruvio con una nota final en
la que aclara que de esta reelaboración resulta, aunque con el mismo título,
una obra diferente, más madura -añade este lector-, más marcada por el paso del
tiempo, que ha ido dejando ausencias y heridas, vacíos y cicatrices, y por la
distancia serena con la que el poeta ha vuelto a un libro cuya médula poética
es esencialmente la misma en su temática y en su tonalidad.
Santos Domínguez
Porque una obra
jamás se completa, los poemas que aportan fondo y forma a "El tacto de lo
efímero" han continuado gestándose en diferentes y cercanos tiempos hasta
culminar, o completarse, en este magnífico libro donde Jesús M Gómez reflexiona
mientras camina con voluntad de trascendencia e inteligente mirada, que se
escuda tras los cristales prudentes y sabios de un meditado, meditativo,
humanismo. Entre la intimidad del adentro y lo colectivo del afuera, sin
superficialidades ni ingenios verbales de pirotecnia al uso, estos poemas
ahondan en lo que afirmó Cernuda : "La poesía fija la belleza
efímera". O, acaso yo me incline por lo que una vez me confirmó
JA.Goytisolo: "Se busca en el poema eternizar lo eterno, que es lo efímero
continuado." En esa eternidad, mientras pasamos, se halla el germen de la
palabra de Jesús M. Gómez. En eso y en muchas cosas más que este Poeta, Doctor en Derecho y Magistrado
conoce, de primera mano además. Quien se detenga en cada una de las seis partes
que este poemario contiene volverá a retomarlas. La poesía no se agota, y la
serena sabiduría, agudamente crítica, sinceramente humana del autor, tampoco.
Efi Cubero
Un lujazo de poesía…
Rosario Troncoso
He vuelto en
estos días bonancibles de Semana Santa sobre tu libro "El tacto de lo
efímero", y ahora celebro muchísimo que Pablo Méndez te aconsejara visitar
Velintonia cuando viniste a Madrid. Solo por ese poema que dedicas al maestro;
y, también el espléndido "José Feliciano canta...", merecía la pena
esta nueva entrega tuya. He disfrutado mucho con su relectura, y te
destaco, de forma muy subjetiva y personal los poemas de "Fantasmas",
de significativo aliento poético
Rafael Soler
De nuevo Vitruvio, como ocurrió con su libro anterior, el poeta cacereño Jesús María Gómez y Flores publica El tacto de
lo efímero. El autor habla de sus "dos vidas",
ya que una primera edición de esta obra apareció hace más de una década en la
colección Alcazaba de la Diputación de Badajoz. Tras "una profunda
revisión", el libro es "diferente". Se ha corregido, sí, pero
también ha habido supresiones y se han incorporado nuevos poemas. Escritos,
sobre todo, en Huelva, donde ejercía a finales de los noventa como juez, a este
lector le llama la atención que estos versos tengan más de doce años. Lo digo
porque el personaje que los encarna, alguien igual o muy cercano al hombre que
los concibió, está más cerca de su edad actual, y de los estragos que ésta
conlleva, que de la que tenía entonces. Uno, casi coetáneo suyo, así lo siente.
Por eso, lo que uno aprecia en estos poemas, entre desengañados y melancólicos,
es actualidad, digamos, ésa que no pierde la poesía que de verdad lo es. Alude G. y F. a "La conciencia y la
revelación de lo efímero, la necesidad de aferrarse a las personas, a los
sentimientos que verdaderamente justifican el recorrido de la vida y que nos
redimen del yugo de la incertidumbre". Muy cierto. Una de las partes,
"Intrahistoria", dedicada a su mujer y a su hija, es, en este
sentido, paradigmática. El amor filial y de pareja como tabla de salvación.
Aquello que da sentido a la vida. "La
conciencia", parte inaugural (y una palabra clave del libro), da fe de que
la dignidad y la coherencia deben gobernar los comportamientos de cualquiera.
La noble, perturbadora existencia a la que se refiere en "Estado de
sitio" y "Para no conciliar el sueño". En "Fantasmas"
y "Secuencias de lo efímero" aflora el mitómano que habita en el
impulsor de la asociación cultural Norbanova; un hombre amante del cine, la
literatura y la música: Janis Joplin, JRJ, Aleixandre, Greta Grabo... Cierra el
volumen "Reencuentros", un poema dedicado a su mujer: Deli Cornejo,
donde el amor vuelve a justificarlo todo: "Es hora de que hablemos ese
lenguaje / que sólo a nosotros nos pertenece".
Álvaro
Valverde
Ha sido un largo recorrido el que has exigido por tus versos, lectura,
relectura, abandono, vuelta al libro, la fascinación siempre. Gracias por el
inmerecido honor de ser tu lectora.
Emilia Oliva
Es de un tono meditativo, suavemente metafísico, propio de un poeta preocupado
por el tiempo y la vida. Me parece cuidado en su lenguaje. Tienes suerte además
de tener un buen editor como Pablo. Dices que no es nuevo, ni falta que le
hace. La poesía que sale de dentro, que tiene autenticidad, como esta tuya, es
para siempre.
Francisco Caro
No hay comentarios:
Publicar un comentario