sábado, 13 de junio de 2020

A modo de despedida

Después de tan larga travesía del desierto, cualquiera necesita prescindir del contacto de las masas, sacudirse la arena acumulada en los zapatos, disfrutar cada nueva bocanada de aire. Uno necesita reescribir la libertad desde otras perspectivas, desnudarse de aquellas ataduras que han venido condicionando la cotidianidad de estos últimos años, saturados de fértiles empresas, pero también de ácidas experiencias y reincidentes frustraciones. La poesía debe terminar su ciclo y dar paso al terapéutico silencio de las palabras, al reposo lejos del bullicio, a la salvífica soledad de la buhardilla y sus infinitos itinerarios de lectura. Al otro lado del cristal, aunque la vista no sea la de Manhattan ni tampoco las tranquilas aguas del Lago Lemán. "El frenesí de la gloria es efímero", se dijeron Greta Garbo o Audrey Hepburn, e hicieron las maletas. "No entraba en sus planes seguir vistiendo lentejuelas ni levantarse con el alba para hacer ejercicios de dicción frente al espejo". Ahora toca buscar una nueva realidad, más allá de los focos, desasirse del incómodo lastre de las páginas impresas, abandonar a su suerte esos versos caducos que nadie se interesó en publicar.  Mientras, "hay una aguja punteando los surcos del vinilo y se escucha un tema de los años cincuenta del pasado siglo. El oficio del lenguaje es árido y esquivo, el swing tenaz, con su partitura inflamada de susurros"




De la banda sonora de "Joker", "The moon is a silver dollar". 
Laurence Welk and his orchestra

Los textos en cursiva proceden de los libros "El tacto de lo efímero" (Vitruvio 2016) y "Las erratas de la existencia" (inédito). 


2 comentarios:

  1. Hermosas reflexiones muy oportunas en este momento en que todo se vuelve ruido y fragor de revuelta. Un abrazote. Emilia

    ResponderEliminar
  2. La poesía, querido Jesús, no es una ocupación improvisada, es una ética, una forma de vivir las cosas; escribas o no escribas serás poeta, siempre, Jesús, más allá de la repercusión cívica o literaria de tus libros. Descansa y sigue escribiendo en silencio; la escritura eres tú.

    ResponderEliminar