domingo, 21 de agosto de 2022

Inmortal Federico García Lorca

Esta semana se han cumplido ochenta y seis años desde la trágica muerte del poeta Federico García Lorca, en Granada, "en su Granada", que diría Antonio Machado. Aquel execrable episodio acaecido en los albores de la madrugada logró, sin embargo, un propósito completamente opuesto al pretendido por sus infames ejecutores. Lejos de conseguir acallar la voz del joven poeta, esta se hizo lumbre, inextinguible torbellino, llamado a fertilizar con su sangre la convulsa piel de una tierra herida. Más que nunca, la muerte sinónimo de vida, estruendo que sacude la conciencia quebrantada de la palabra para hacerse eternidad, perpetua llama liberada de la opresión del tiempo y del espacio. 

¿Acaso pudo Federico intuir cuál iba a su ser su destino? En 1932, cuando Gerardo Diego lo incluye en su Poesía Española, Antología 1915-1931, junto a autores pertenecientes a las llamadas "Generaciones de 1898 y de 1927", García Lorca se encontraba en la plenitud de su periplo literario como poeta, dramaturgo, dibujante y músico. Consciente de su fuerza vital, de los avatares de la palabra, confiesa a Gerardo Diego:* "ni tú ni yo, ni ningún poeta sabemos lo que es la Poesía", para luego lanzar un dardo profético en términos que dan cabida a múltiples interpretaciones: "Quemaré el Partenón por la noche, para empezar a levantarlo por la mañana y no terminarlo nunca". Tiene un rostro serio Federico en la fotografía que ilustra su parcela en la antología indicada, imagen compartida con Rafael Alberti, ambos trajeados y con sendas corbatas. Al pie de la foto se especifica el lugar y la fecha: "Madrid, 1930". ¿Dónde?¿El Retiro?, ¿un parque cualquiera de la capital? En la bibliografía del autor, sus obras publicadas hasta entonces y las que se encontraban en prensa o inéditas. Entre ellas, su libro de poemas Canciones, acababa de editarse por segunda vez por la "Revista de Occidente", a la venta por el precio de cinco pesetas. Recién publicado también su Mariana Pineda, Romance popular en tres estampas, en edición de "La Farsa", al precio de 0,50 pesetas. Se había estrenado en el teatro Fontalba de Madrid, en octubre de 1927 con la inolvidable Margarita Xirgu como actriz protagonista. Reproduzco a continuación las imágenes de todos ellos. 






Tenían que pasar aún varios años antes de los acontecimientos del 16 de agosto de 1936, años que serían muy fructíferos para el poeta, volcado en su producción teatral y en la divulgación de los clásicos a través de iniciativas como La Barraca. La conmoción que supuso el estallido de la Guerra Civil Española habría de ponerle en el punto de mira de sus enemigos, que también los tenía. Cuenta Miguel Caballero en su libro Lorca basado en hechos reales, los sucesos que inspiraron sus obras*, que la publicación del "Romance de la Guardia Civil Española", contenido en el Romancero Gitano habría sido uno de los factores que operaron en contra del poeta, y más aún cuando el teniente coronel Velasco Simarro fue quien tuvo la potestad de decidir sobre su vida en aquella infausta jornada. Muerto Federico, y ya en el exilio, su amigo Rafael Alberti publicó el Romancero Gitano en la colección "Rama de Oro", que dirigió en Buenos Aires, en 1943, con una tirada de 1500 ejemplares, edición en la que se incluía un autorretrato de Federico, hecho en Nueva York y una elegía compuesta por el propio Alberti sobre la injusta muerte del poeta, que comienza con los versos siguientes: "No tuviste tu muerte, la que a ti te tocaba. / Malamente, a sabiendas, equivocó el camino". 



La desaparición física de Federico García Lorca ha alimentado cientos de versos, miles de páginas que han servido para construir el mito y consolidar su condición de inmortal. Como tantos personajes que forman parte del patrimonio inmaterial de la humanidad, imágenes y voces de nuestro imaginario colectivo, concluiremos recordando a Hermann Hesse:*, "estos inmortales no dieron la espalda a la vida sino que construyeron mundos admirables mediante una sublimación amorosa de las menudencias que, también, componen la existencia".

Hace seis años, al cumplirse ochenta desde su asesinato, escribía este poema, luego incluido en mi libro La complicidad de los amantes (Takara Editorial, 2019), cuyo texto reproduzco ahora como colofón de este particular homenaje. 


BARRANCO DE VÍZNAR, 80 AÑOS


No se extinguió con las balas el poderoso manantial de la palabra

ni los rayos durmieron tras la tormenta un sueño forzado de tierra



los disparos hicieron resquebrajarse la corteza de la luna

hurtando a las aves su clorofila de inocencia



en lo profundo de la madrugada bastó el rencor

para teñir el insomnio de líquidas amapolas

para contagiar de salitre la pulcritud del albero



no más filos    no más versos descoyuntados



gimen las acequias    mansos testigos de la humareda

mientras el viento se inmola en los olivos

y borra para siempre las quemaduras de la arcilla



pero la voz ilesa del poeta alimenta la lumbre



y sobrevive 



BIBLIOGRAFÍA CITADA:

DIEGO, Gerardo: Poesía Española. Antología 1915-1931. Editorial Signo, Madrid, 1932.

CABALLERO, Miguel: Lorca basado en hechos reales. Los sucesos que inspiraron sus obras. Editorial Carpenoctem// Notas al pie. 2021. 

HESSE, Hermann: El lobo estepario. Editorial Círculo de lectores. Colección Biblioteca de Plata, 1987. 

DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA:

Archivo-Biblioteca de Jesús M. Gómez Flores. Cáceres 












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