domingo, 8 de enero de 2023

Estrenar calendario

Decía el protagonista de En el camino de Jack Kerouac que su historia tenía el trasfondo musical del tránsito "entre el período de la Ornitología de Charlie Parker y otro período que había empezado con Miles Davis". Y aquí estoy ahora, cuando apenas el nuevo año ha consumido su primera semana, escuchando All Blues, mano a mano con Davis y John Coltrane, mientras alterno lecturas de autores vinculados a la conocida como Beat Generation. Todavía tiene uno las manos temblorosas por la inenarrable sensación de haber acogido entre los dedos el itinerario de toda una vida, hecho materia de libro. Al final, como dijera Whitman, "...el navío victorioso llega con su trofeo/ ¡Exultad, oh, playas, y sonad, oh, campanas!".  Mas solo es el principio, la víspera del tiempo que aguarda el fruto de la escritura, su generosa entrega a las multitudes, el préstamo sin retorno de la voz y del hálito. Siguiendo de nuevo a Whitman, lo que corresponde ahora es navegar  "...sobre las olas del éxtasis hacia playas ignotas". El recorrido que queda por delante, los meses de este estrenado planisferio, invitan desde la lectura a flirtear con el verso carente de eufemismos de aquellos poetas beat, a compartir la longevidad intrínseca de las palabras, el virtuosismo de Ellington, dejando que las ideas vuelvan a encaramarse sobre el scriptorium para dar forma a este tiempo que ha abierto sus brazos y se se deja querer con renovados mimbres. En el camino hacia el Oeste, uno se cruzará con mil figurantes, deberá administrar con mesura los recursos y las horas de luz, estar preparado para recibir su caricia, pero también para comprender los desatinos que depare la resbaladiza autopista de los días. Me acompaña hoy la sección norteamericana de mi biblioteca. Además de Whitman o Ginsberg, me dejo atrapar por los poemas narrativos de Carver, pequeños microrrelatos en verso que abordan certeras perspectivas de lo cotidiano, que provocan cosquilleos y desazón en el estómago. Dice el poeta: "Tomé aire y allá fui./ Rezando para no tropezar con nada". Así habrá de conducirse esta travesía de la edad, ojo avizor en un cosmos cada vez más quebrantado por el pérfido silbido de los proyectiles y los bandazos del cambio climático. El secreto reside en no abandonar el barco, mantener firme y erguida la columna vertebral de la cordura, amaestrar el germen de la tolerancia. Permanecer siempre joven, como diría Bob Dylan: "Que el tiempo te haga justo / Que el tiempo te haga leal / Que tus cimientos sean fuertes / Cuando soplen nuevos vientos".  Como Rimbaud, huyendo de sí mismo en pos de la inmortalidad, siguiendo el rastro de antiguos poemas abandonados entre las grietas de la madrugada. Bienvenido sea pues este flamante almanaque con sus meses todavía callados y ávidos de sorpresas: "nos sentaremos tras sombras olvidadas / oyendo el jazz perdido de todos los sábados" (Allen Ginsberg). 


Algunos títulos de la sección norteamericana de mi Biblioteca que disfrutar escuchando alguno de estos temas


Forever Young. Bob Dylan & The Band 


It never entered my mind. Miles Davis Quintet










No hay comentarios:

Publicar un comentario