sábado, 25 de septiembre de 2021

Presentamos "Las erratas de la existencia" en Badajoz y Cáceres

El próximo viernes, 1 de octubre, comenzaremos la mini gira de presentaciones de "Las erratas de la existencia" con la lectura que tendrá lugar en la ciudad de Badajoz, a las 19:00 horas, en el Salón de Actos de la Unión de Bibliófilos Extremeños (UBEx), y que contará con la participación del presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión, el escritor y editor Basilio Rodríguez Cañada, así como del profesor de lengua y literatura del I.E.S. "Bioclimático" de Badajoz, Felipe Rodríguez Pérez, que me acompañarán en esta presentación de mi nuevo poemario en la capital pacense. Hará de anfitriona la presidenta de la UBEx, Matilde Muro Castillo, en su sede de la calle Encarnación núm. 3, en pleno casco viejo de la ciudad. 


Apenas tres días después, el lunes 4 de octubre, presentaremos el libro en Cáceres, en el Salón de Actos del Ateneo de Cáceres (Palacio de Camarena, C/General Ezponda, sede del Colegio de Arquitectos), a las 19:30 horas, en el marco del Aula de la Palabra de la Asociación Cultural Norbanova, y con la intervención de Basilio Rodríguez Cañada, presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión y María de la Vega de la Peña del Barco, profesora de literatura del I.E.S "Hernández Pacheco", de Cáceres. Esperamos que la velada tenga tan buena acogida por parte del público como la tuvo aquella que celebramos en junio de 2019 para presentar "La complicidad de los amantes".  Lamentamos que por problemas personales y familiares de última hora de uno de los músicos que iban a participar no podamos ofrecer el programa que inicialmente habíamos previsto. 


Escrito en segunda persona, “Las erratas de la existencia” se articula en cinco apartados en los que, tomando como excusa obras o pensamientos de la literatura existencialista, Franz Kafka, Michel Houellebecq o Pessoa, así como de la cultura japonesa, el poeta medita acerca de la indiferencia del ser humano respecto de su propia fragilidad, el sentido de la justicia, la poesía, la contemplación de la muerte, la soledad y la despersonalización de un mundo dominado por lo virtual, donde la búsqueda de la libertad surge como íntima reconciliación con uno mismo. Aunque los poemas que componen este libro se escribieron durante los años 2018 y 2019, las preguntas y reflexiones que en ellos se plantean resultan de una gran actualidad vistas las circunstancias y los desafíos a que hoy nos enfrentamos. Finaliza el libro con un sexto apartado, a modo de “adenda”, donde el poeta se convierte en espectador de esta nueva realidad que nos ha tocado vivir. 






domingo, 19 de septiembre de 2021

Al regresar de la Feria del Libro de Madrid

Un día intenso rodeado de libros. En Madrid, por la mañana, hacía tiempo que no veía con tantísimo ambiente el Parque del Retiro y sus alrededores. La bondad del clima, en las postrimerías del verano, así como la mejoría en todos los indicadores de la pandemia, contribuyeron sin duda a que la gente acudiera en masa a su cita con los escritores y sus obras en esta octogésima edición de su Feria del Libro. Impresionantes las colas que abarrotaban las entradas al recinto y, ya dentro, ante las casetas en las que firmaban escritores mediáticos y muy apreciados por el gran público. Con ello, mi experiencia fue la de cualquier autor novel en estas lides, excitante y a la vez realista, pues uno no congrega multitudes y todavía menos cuando se trata de libros de poemas. En todo caso, en ningún momento había pretendido emular el magnetismo del que aparecen investidos todos esos autores que concitan interminables hileras de público, desde la perspectiva de la narrativa, la novela negra o histórica, la divulgación científica o su carácter de rostros conocidos de la pequeña pantalla. La sensación de aguardar la llegada de los lectores desde el interior de la caseta es bien diferente a la de peregrinar a lo largo de todas ellas. Por eso mismo resulta más que gratificante cuando alguien se acerca para preguntar por tu libro o para que se lo dediques. Es ese momento en que las palabras que un día uno escribió dejan de pertenecerle, cuando inician su tránsito definitivo hacia universos bien distintos de los del propio creador. Siempre me ha costado elegir las palabras más adecuadas para cada lector, la dedicatoria individualizada perfecta. Porque creo que el escritor debe tratar de aproximarse a quien va a hacer suyo el mensaje contenido en sus párrafos, en sus estrofas o versos. Es lo que siempre he intentado conseguir, no sin riesgo de incluir dedicatorias extensas y a veces inconexas o estereotipadas. En una Feria como la de Madrid, con cientos de casetas y un público apasionado e incontable, la mayor parte de los autores no pueden emplear mucho tiempo en estos menesteres. Salvo los que, como quien escribe, no se ven agobiados por la marabunta de las colas. La sensación es efectivamente inolvidable. Uno se siente por unos instantes partícipe y protagonista de todo ese circo, pequeña hormiguita literaria. Pero lo más importante es que lo que has querido transmitir pueda llegar a todos esos lectores desconocidos que gracias a eventos como este terminarán teniendo tu libro entre sus manos.



Firmando ejemplares de "Las erratas de la existencia", en la Feria del Libro de Madrid, 
18 de septiembre de 2021. Caseta 200, del Grupo Editorial Sial Pigmalión

De regreso a mi ciudad de residencia, continuar implicado en la difusión del libro. En la celebración de "La noche del patrimonio", fue una satisfacción completar el día literario junto a mi amiga y escritora Pilar López Ávila, de la Asociación Cultural Norbanova, animando a la lectura de los títulos de su catálogo editorial en el marco de la Feria del Libro Ambulante "De cordel"





sábado, 11 de septiembre de 2021

"La sangre Música", de Antonio Daganzo. Reseña de presentación

Reproduzco a continuación la reseña de presentación del libro "La sangre Música", del poeta ANTONIO DAGANZO, leída ayer, 10 de septiembre de 2021, con motivo de su intervención en la velada inaugural del curso en el Aula de la Palabra de la Asociación Cultural Norbanova. 

                        ANTONIO DAGANZO CASTRO en el Aula de la Palabra:

 “La sangre Música”

Cáceres y Madrid, 10 de septiembre de 2021

 

         Con “La sangre Música”, su nuevo poemario, el escritor madrileño Antonio Daganzo repite aventura literaria de la mano de la editorial chilena RIL Editores, con la que ya publicó en 2012 su libro “Llamarse por encima de la noche”. Llega este último trabajo después de una fecunda travesía poética integrada por los títulos “Mientras viva el doliente” (2010), “Juventud todavía” (2015) y “Los corazones recios” (2019), todos ellos publicados en la colección “Baños del Carmen” de Ediciones Vitruvio. 

 

         “La sangre Música” es un libro que condensa el pensamiento poético y vital de Antonio Daganzo. Concebido en clave de partitura, se organiza en un preludio y cinco cantos, cuyo contenido va ganando en tempo, en intensidad, configurándose en síntesis como un solo poema que comparte elementos formales y temáticos con sus obras anteriores. Con los mimbres del verso libre, el autor concibe su discurso nota a nota, vertiendo su mensaje a la medida de una batuta que va disciplinando el ritmo según los impulsos de su torrente expresivo, en series cambiantes de versos de calculada precisión que se suceden pausadamente hasta componer cada uno de los distintos cantos, en los que el poeta recurre una y otra vez a la pregunta, a la exhortación que ya emplease en “Llamarse por encima de la noche”, como medio de amplificar el relato narrativo de su texto, dirigiéndose a sus testigos cómplices en el recorrido de la vida, y en definitiva, al lector que de este modo termina también involucrándose, espectador silencioso. 



         Porque esta crónica arranca precisamente desde el silencio, desde la arrumbada latitud de un tiempo -en palabras del poeta- “antes de la melancolía”, cuando “fuimos savia imposible”, energía que empuja a alzarse sobre lo oscuro, a trascender más allá de los moldes de la derrota. Enuncia así Antonio Daganzo en sus poemas las distintas etapas en ese itinerario personal que le lleva, tras abolir el silencio, hasta la ganancia de la luz, inyectada la sangre de fuego primigenio, una sangre que es Música, como Música es la hoguera febril de la palabra. Si ya en sus poemarios anteriores la presencia del dolor, de la soledad, de la tristeza, adheridos al indeleble lastre de una infancia invernal, “cautiva de la asfixia”, estaban presentes en sus versos, retornan ahora los fantasmas del páramo, si bien es distinta la voz del poeta, decidida a exorcizar la impronta de todo resquicio de cualquier sombrío vasallaje. Y lo hará mediante la redención de la poesía, su “secreto extraordinario”, el canto capaz de vencer la secular amenaza del abismo. 

 

         Tras aquellas reflexiones sobre sí mismo contenidas en poemarios como “Mientras viva el doliente” o “Juventud todavía”, la singladura temática de este último libro enlaza decididamente con la propuesta que ya se alumbraba en el poema “La sangre sabia”, que cierra “Los corazones recios” y que en “La sangre Música”, Antonio Daganzo desarrolla, recorriendo, canto a canto, episodios y lugares que han marcado su madurez, el camino hacia la codiciada sangre vencedora y luminosa que abre los ojos. Recuerda así sus días en la atávica posesión del Norte, aquel verano gallego con las facciones de sus ancestros, la conciencia de la historia escrita en los caminos de las propias venas. Para levantarse desde “la duda, la vigilia, la fatiga”, cual íntimo ave fénix que inaugura la fundación de un nuevo yo forjado sobre las ruinas del aguacero. En versos del poeta Francisco Caro, al que Daganzo dedica ese sintomático poema final de “Los corazones recios”, que las palabras “sepan del milagro, / que en el papel escuchen / un revuelo y un canto / como el que escucho yo /”.  Porque la Música nace desde la misma revelación del júbilo y en este viaje no podía faltar la referencia al prodigio que supone pisar “la tierra del amor”, cabalgar el destino desde el lenguaje de las caricias, más allá de los límites del espacio conocido. Surge así la querencia americana del poeta, el descubrimiento del cuerpo, la cercanía del dios hecho mujer, su melodiosa hilatura.

 

         Si en “Juventud todavía”, la poética de Daganzo ya se hilvanaba introspectiva, aunque veteada de halos de claridad, en “La sangre Música”, el autor da un paso más, traza los senderos del itinerario que conduce hasta su particular nirvana, el que representa la liberación del tiempo y de la fiebre, el que se construye con el buril de la experiencia, de la autenticidad, del amor transcrito en el pentagrama del horizonte.  Nuevamente advertimos en los versos finales del libro ese guiño a “Los corazones recios”y a su último poema: La “sangre sabia” como fuego que ilumina los galopes del alma, sangre que es efusión de vida y que redime del silencio y de lo oscuro: “Toda la sangre Música”, la música que proclaman las sílabas del engranaje de la poesía, que reconcilian al intérprete con los ecos de antiguas travesías, instantáneas de una ciudad otrora esquiva y hoy abrazo de hermosura, imprescindible como las esquirlas del pasado, siempre presentes, como el Salón de Reinos o el Parque del Retiro, testigos de las horas que avanzan, de las hazañas del entusiasmo. Acudiendo al decir de Aleixandre, “Lejos el rumor pedregoso de los caminos oscuros/donde hombres ignoraban su fulgor aún virgíneo”. Cantó entonces el poeta su tierra, su mar, pero también la luz, y como Daganzo, “cantó la sangre de la aurora en mi lengua”.

 

         “Hemos ganado el alba”, declara y así lo pregona, compartiendo compases y armonías con sus voces cómplices, las que le han acompañado en la búsqueda, a las que ha implorado y les ha reprochado sus ausencias y sus traiciones. Llegado es el momento en que el mundo se empape de su canto y de la generosidad de su palabra. 


                                                Jesús María Gómez y Flores. 10 de septiembre de 2021. 

sábado, 4 de septiembre de 2021

"Las erratas de la existencia" estará en la Feria del Libro de Madrid

He visitado en varias ocasiones la Feria del Libro de Madrid. En años anteriores a esta época de pandemia.  Cuando el Parque del Retiro se veía desbordado por la irrupción de innúmeras multitudes. Coincidía entonces con el ocaso de la primavera, estrenado junio con sus reflejos de estío. Esta vez será el otoño quien bendiga el tránsito de los libros, la melodía de las páginas y la avidez de los lectores. El coronavirus ha cambiado muchas cosas, ha golpeado con saña la línea de flotación de lo cotidiano, alterando nuestro modus vivendi. Todo debe, sin embargo, intentar sobreponerse a las carestías de ese tiempo que nos ha tocado vivir, que hace poco, ni siquiera imaginábamos. Desde el 10 al 26 de septiembre, el mundo de la literatura y de la edición volverá a erguirse entre la arboleda de aquel paseo emblemático de la ciudad de Madrid, símbolo de que la vida debe continuar después de todo, con conductas responsables y dentro de las obligadas limitaciones. 

Siempre fui un paseante anónimo en ese marasmo de rostros y casetas. A lo largo del trayecto que lleva desde la Puerta de Madrid, frente a la llamada Casa Árabe, hasta vislumbrar la glorieta en que se encuentra la estatua del Ángel Caído. Libros y más libros, gente haciendo cola para conseguir el autógrafo de su autor favorito, ambiente festivo. Deambular de incógnito, confundirse en la mixtura de múltiples aromas. Siempre me había preguntado cómo se sentiría uno viviendo aquel circo desde dentro, aguardando la llegada de quienes esperaban compartir las palabras que un día escribiste y la imprenta lanzó al aire. Podré experimentar este año esa sensación cuando el próximo sábado 18 de septiembre, con el equipaje de mi poemario "Las erratas de la existencia", acuda al Parque del Retiro de la mano del Grupo Editorial Sial Pigmalión y desde las 13 a las 15 horas, esté a disposición de cuantos lectores quieran detenerse ante su caseta, la número 200 en ese panal de librerías y escaparates que compondrán esta edición postpandémica de la Feria del Libro madrileña. 

Tras su publicación, el pasado mes de junio, no son pocos los que ya han leído "Las erratas de la existencia" y diversas las reseñas en las que comentan la experiencia de esa lectura. Como denominador común, recogiendo las palabras del poeta Álvaro Valverde, es un libro duro, en el que "hay poemas tan desasosegantes como logrados". Podía decirse que es un poemario en el que la realidad aflora a través del verso, donde se formulan interrogantes que todos podemos habernos hecho en algún momento. Como dice el también poeta Nicolás Corraliza, es un "libro existencial. Poemas duros y esperanzados que exponen nuestra fragilidad ante la incertidumbre del mundo".  Esta es, efectivamente, la dinámica del mensaje que el autor ha querido expresar. En un tiempo como el que vivimos, coexisten la dinámica de una realidad que duele y la convicción de que es posible un mundo mejor, aunque siempre dependerá de nosotros, de nuestro compromiso con cuanto nos rodea. 

Finalizada la Feria del Libro de Madrid, la siguiente parada hasta ahora prevista de "Las erratas de la existencia" será en Cáceres, el 4 de octubre, en el marco del Aula de la Palabra de la A.C. Norbanova, y en el salón de actos del Ateneo de Cáceres. Será una lectura en la que habrá piano y canto, como ya ocurriera con "La complicidad de los amantes"