domingo, 21 de diciembre de 2025

Crónica de la presentación de "Umbral de agua y sombra" en Cáceres

Se presentó Umbral de agua y sombra en Cáceres. Después de su estreno en la Feria del Libro de Guadalajara y la lectura de sus poemas en diversos escenarios de la Ciudad de México. Se presentó Umbral de agua y sombra tras una vorágine de presentaciones a cargo del Grupo Editorial Sial Pigmalión, en estos días antesala de la Navidad. La elección del Palacio de la Isla para celebrar la puesta de largo de este poemario resultó acertada al facilitar la creación de una atmósfera más intimista y recogida, muy acorde con el contenido y el mensaje del libro, que finalmente, y pese a las desapacibles condiciones climatológicas y la acumulación de convocatorias en la ciudad, se vio arropado por un público significativo, del que formaban parte incluso personas llegadas expresamente para el acto, desde fuera de Cáceres.

Comenzaba la velada con las palabras del editor, Basilio Rodríguez Cañada, que hizo entrega al autor del cuadro original que ha servido de ilustración para la cubierta del libro, una preciosa acuarela japonesa que lleva por título Ecos del agua en el puente, conforme a la traducción facilitada por el profesor mexicano Saulo Chávez Alvarado.  Para la creación de esa atmósfera de recogimiento, como en ocasiones anteriores, se colocaron velas y barras de incienso y se dispusieron las sillas en círculo, aunque la afluencia de público desbordó pronto ese círculo hasta completar prácticamente el aforo del salón. Tras la referida introducción del editor, el recital Ecos del agua en el puente tuvo como protagonista a la actriz y profesora de yoga Amelia David, que contagió rápidamente a los presentes con su lectura pausada y envolvente de los haikús del libro, invitando al auditorio al silencio, a la meditación, a la calma, lo que consiguió sin dificultad, haciendo más fácil la recepción del mensaje de trascendencia y esperanza contenido en los poemas, algo que ya iniciara el poeta con su primera entrega, Tránsitos, y que ahora culminaba este libro, integrador del anterior pero bien diferente en cuanto superado por la mayor densidad y añadido de materiales, gráficos y textuales, que lo convierten en una nueva obra, ahora sí, plenamente concorde con el diseño del autor y cuya comprensión se desprende fácilmente de las palabras del profesor Felipe Rodríguez Pérez en su prólogo, así como de las notas finales a modo de aproximación al lector de los conceptos y claves del poemario. 

El eco de los crótalos puso punto final a la lectura y sirvió de broche para una velada ciertamente inolvidable que espera ser solo punto de partida para todas las que han de venir, pues corresponde ahora dar al libro el recorrido que pide y se merece, después de unos años de incansable trabajo poético y reflexivo. Anticipo de ello se antoja la traducción al zapoteco, una de las lenguas prehispánicas de México, de algunos de los haikús, gentileza del profesor Chávez Alvarado. 












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