viernes, 1 de septiembre de 2017

De vuelta a la filosofía

No he leído este verano todo lo que hubiera deseado. Demasiado tiempo para apurar unas cuantas novelas, alguna de las cuales todavía inconclusa, y eso que ya estamos en septiembre. Quizá eran insuficientes las horas para continuar peleando con el lenguaje y terminar de una vez por todas el que espero será mi próximo libro de poemas. Ahora, parece que esta ardua tarea va llegando a su fin y los casi novecientos versos del poemario empiezan a dar la impresión de unidad que todo trabajo de estas características precisa. Sus futuros lectores serán los jueces que verdaderamente puedan pronunciarse sobre si tantas privaciones y prolongados insomnios merecieron la pena. Desde luego, lo que no podrán obviar será el gran acervo de contenidos, se diría que fruto de una labor más propia de un documentalista, que reside en sus páginas, recién alumbradas por la impresora.  Si como decía, aún me dejé una novela a caballo del cambio de calendario, desde luego ya puedo olvidarme de intentarlo con otra, y todavía menos la que tenía en mente, después de una vuelta por la librería y comprobar sus características. Todo el verano esperando la última obra de Paul Auster, "4 3 2 1", y resulta ser un volumen de esos que llevan incorporado una especie de contrato de lectura en exclusiva, dadas sus perturbadoras dimensiones, no aptas desde luego para un tiempo como el que se aproxima. Así que, tras centrarme durante las pasadas semanas a saborear sucesivos poemarios, como quiera que uno es reincidente, no me sale gratis la visita al librero y al final acarreo unos cuantos más para que me hagan compañía en este otoño, que se anuncia con pocos espacios libres en la agenda. Aún conservo el magnífico regusto que me dejaron libros como "El baile del diablo", de Javier Sánchez Menéndez, poeta que tendremos pronto en Cáceres, para inaugurar la nueva temporada del Aula de la Palabra de la Asociación Cultural Norbanova, o "Educación nocturna", la magnífica antología de Hilario Barrero al cuidado de José Luis García Martín, obras las dos, publicadas por la editorial sevillana Renacimiento.  En todo caso, y como lectura de largo recorrido, he optado por un retorno a letras y textos que hagan pensar, que alimenten el gusto por la reflexión y el conocimiento. Así, elijo el "Ensayo de una filosofía de la proximidad", de Josep Maria Esquirol, que titula "La resistencia íntima", y que publica la editorial Acantilado. Como reza en la contraportada del libro, se trata de un ensayo sobre la condición humana, pero orientado hacia el cuidado de la "proximidad",  en el sentido de cotidianidad, de presencia y calor de los que están cerca. En una sociedad como la que nos contempla y en la que vivimos, va debilitándose poco a poco la meditación sobre quienes realmente somos, sobre la relación que mantenemos con los que nos rodean, se van olvidando las excelencias de la sencillez y la autenticidad. Quizá sea hora de tratar de reconciliarnos con nosotros mismos. 


1 comentario:

  1. Muchas gracias por el recuerdo. Le voy a añadir a mi blog. Ssludos!
    Pd,- què buen trabajo!

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