sábado, 11 de enero de 2025

Lecturas a poniente, de Álvaro Valverde. Mi crónica de la presentación en Cáceres

Buena forma de comenzar el año. Ayer se presentaba en Cáceres Lecturas a poniente. Poesía en Extremadura (2005-2024), de Álvaro Valverde, recién publicado por la Editora Regional de Extremadura dentro de su colección "Perspectivas". El libro ha visto la luz en 2024, el año en que se cumplían cuarenta desde la creación de la propia Editora Regional, por lo que su significado como manual de referencia y testimonio del periplo literario poético en nuestra Comunidad en este primer cuarto del siglo XXI cobra, si cabe, aún mayor relevancia. La presentación, o mejor dicho, la Mesa Redonda en torno al panorama de la poesía escrita y vivida en estos años tuvo lugar además en un espacio emblemático cual es la Biblioteca Pública de Cáceres, que lleva el nombre del académico e investigador extremeño Antonio Rodríguez Moñino (1919-1970), figura indispensable para comprender la evolución y la historia de nuestra literatura. 

Lecturas a poniente no es una antología al uso, es el fruto de muchas horas de reflexión y recorrido de su autor por los versos emanados de más de una cincuentena de poetas, material en gran parte vertido en las páginas de su cuaderno de bitácora virtual a modo de reseñas de todas esas lecturas, completado en esta edición con una mirada detenida a las (estas sí), antologías de poesía publicadas en los últimos años, así como múltiples notas bibliográficas, anécdotas y referencias a personalidades imprescindibles del mundo literario y académico de la región, culpables muchos de ellos del éxtasis de nuestras letras desde la década de los ochenta del pasado siglo. 


No quiso Álvaro formar parte de la Mesa Redonda en torno a su trabajo. Prefirió, tras agradecer al actual director de la Editora Regional, Antonio Girol, sus palabras y dar respuesta a sus preguntas, convertirse en un espectador más, como lo es también en el propio libro. Le honra, e igualmente, también las razones argüidas para explicar los criterios seguidos a la hora de enhebrar todas estas lecturas. Creo que estuvo bien elegida la composición de la Mesa con el catedrático de la UEX, Miguel Ángel Lama, el profesor Luis Sáez Delgado y los también autores Jordi Doce y Sandra Benito. Perspectiva interna y externa, madurez y experiencia junto al impulso de las voces más jóvenes y emergentes. 

Es indiscutible el trabajo de personas como el profesor Lama en lo que al estudio de los textos de autores extremeños se refiere, plasmado en obras como el amplio volumen Literatura en Extremadura 1984-2009, Poesía, editado por la Editora Regional y Del Oeste Ediciones en 2010, junto a los volúmenes dedicados a la narrativa, el teatro y el ensayo. Reincidente, pues ya en 2003 había publicado, también en Del Oeste Ediciones, la antología didáctica de Textos Literatura en Extremadura Siglo XX, junto a quien ahora le acompañaba en la mesa, Luis Sáez Delgado, persona que igualmente sabe y conoce de lo que se habla, como director, en dos períodos, de la propia Editora Regional y nombre también bien involucrado en el mundo literario extremeño desde los años ochenta, integrante de colectivos literarios durante su etapa de estudiante en Cáceres. La visión desde dentro aportada por uno y otro resulta pues altamente ilustrativa acerca del panorama poético analizado, de sus aciertos y sus lagunas, pero siempre desde la satisfacción de saberse partícipes de una auténtica edad dorada de las letras en esta Comunidad fronteriza y no siempre bien tratada desde fuera, pero que en las últimas décadas ha dado y continúa dando nombres y obras de indiscutible relevancia. A ello se refirió el crítico Jordi Doce en una visión externa acerca del significado de estas lecturas, destacando la naturaleza de manual de la obra de Valverde, la especial significación de su condición de maestro y el criterio como piedra de toque a la hora de darle sentido, perfectamente expresado en las palabras de Francisco Brines que le sirven de pórtico: El crítico no es más que un lector que elige. Acertada asimismo la participación en la mesa de la escritora y profesora Sandra Benito, doblemente necesaria, al erigirse en voz de quienes, por edad, se han ido incorporando recientemente a la nómina de creadores, y en baluarte de las poetas cuya menor presencia (once) se ponía de manifiesto como una de las deudas de esta cronología literaria. 


Algunas de las antologías y trabajos sobre literatura en Extremadura que guardo en mi biblioteca

En todo caso, de lo que nadie duda es de la buena salud de la poesía en Extremadura. Al margen de las ausencias y de una más deseable penetración entre los lectores. Muy interesantes las consideraciones de los intervinientes en el debate, aunque quizá se echó de menos la participación de quienes formaban parte del público, en su inmensa mayoría poetas, pues el conversatorio habría dado para mucho, con permiso del tiempo. Seguro que habrá oportunidades para ello. 










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